Nuestras necesidades (p. 84-85)
- El humano es un ser incompleto que quiere más libertad y felicidad.
- Las carencias nos impulsan a buscar el modo de vivir más plenamente.
- Alcanzar la libertad nos ayuda a vivir plenamente.
- El psicólogo Abraham Maslow clasifica las necesidades humanas en un orden:
- Las fisiológicas son las del equilibrio fisiológico, como alimento, vestido y techo.
- Las de seguridad son las que nos permiten sentirnos a salvo de peligros, como la casa, la comida, el puesto de trabajo y el dinero.
- Las de aceptación y afecto son el sentido de amor y pertenencia que tenemos cuando alguien piensa en nosotros.
- Las de autoestima son las que nos hacen buscar prestigio y éxito, pues consisten en que los demás reconozcan nuestro valor y confíen en nosotros.
- Las de autorrealización nos inspiran a luchar por nuestro progreso para ser lo que queremos ser.
- Maslow tiene una serie de leyes sobre las necesidades humanas:
- La infancia se centra en las dos primeras necesidades (fisiológicas y de seguridad), pues el centro de la vida es el 'yo.' La adolescencia en la tercera y la cuarta (de aceptación y afecto y de seguridad), pues nos influyen los grupos. El adulto vive tratando de autorrealizarse (quinta necesidad).
- Todos los niveles están activos a lo largo de la vida porque los niveles superiores integran las necesidades básicas (ej. los adultos necesitan estar bien fisiológicamente para autorrealizarse).
- El auténtico motor de la vida se encuentra en la autorrealización.
- La maduración personal es no detenerse en las necesidades fisiológicas, sino que seguir hasta el camino de una persona autorrealizada.
- Las personas internamente necesitan autorrealizarse por vocación (llamado a una tarea).
- Sentirnos realizados nos da paz y felicidad.
- Cuando visualizamos un futuro mejor, caminamos hacia la libertad.
- Ser libres nos lleva a hacer lo necesario para que el futuro existe.
- La libertad nos hace creer en independencia.
- Para ser independientes se necesita paciencia, perseverancia, fe y confianza.
- Amar es el acto más básico de libertad.
- Debemos confiar en que Dios protegerá nuestro futuro.
- La vida cambia cuando se toma una decisión íntegra de respetar, amar, dar gracias y luchar por lo que creemos.
- Las consecuencias de nuestras decisiones residen en nosotros.
- Mientras más decisiones tomemos, más habilidad tendremos para tomar decisiones acertadas.
- La repetición conduce a la excelencia si somos consistentes y perseverantes.
- El miedo a la libertad, disfrazado de una incesante pasión de libertad, es lo más hondo de la existencia humana.
- Siempre se trata de salir de una esclavitud para entrar en otra.
- En el tiempo actual, cuando más se habla de libertad, es cuando más se esclaviza al ser humano, especialmente en las sociedades más liberadoras.
- Si no somos felices, nos sentimos incompletos.
- Tomamos nuestras decisiones para ser felices.
- Todas nuestras acciones van hacia satisfacer nuestras necesidades.
- A veces, soluciones falsas pueden parecer hacernos feliz, pero son pasajeras y no llevan a la autorrealización.
- Las opresiones externas (esclavitud, pobreza) e internas (egoísmo, deseo de poder) nos dificultan tomar elecciones libremente.
- Nuestras decisiones son un proceso:
- deseo -> deliberación/valoración/discernimiento -> decisión -> acción -> repercusiones internas (conciencia) y externas (responsabilidad)
- Lograr la libertad no es fácil, y una vez se logra hay que comprometerse con proyectos de vida humanizadores (obras de caridad).
- Si no se hace esto, no hay desarrollo; hay aislamiento.
- La persona debe preguntarse ¿Qué yo hago con mi libertad?
- No nos debemos limitar a una libertad sin propósito.
- Las personas se diferencias por cómo administran su libertad.
- La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre.
- Dios pone en nuestras manos el poder de la decisión para que lo busquemos y alcancemos la bienaventurada perfección.
- Jesús dice que la verdad nos hace libres.
- Oh, libertad preciosa es un poema que valora la libertad de Félix Lope de Vega.
Capítulo 8
Un proyecto que dé sentido a la vida (p. 96-97)
- No siempre podemos determinar lo que nos pasa, pero lo podemos cambiar por nuestras decisiones.
- El David de Miguelángel es una obra de arte, como lo somos los humanos.
- Esto se compara con como las personas somos proyectos de belleza, pero nosotros mismos somos los escultores pues nuestra vida y felicidad depende de los valores.
- Todos los humanos tienen un proyecto de vida que comienza desde la conciencia, donde la persona capta lo que quiere para realizarse. La persona traza metas, las logra, y llega a conseguir su sentido.
- Una vida con sentido sabe lo que quiere y trabaja para conseguirlo.
- Todo proyecto requiere esfuerzo y tenacidad constante.
- Primero, para liberarse de ataduras emocionales como el miedo y la seguridad.
- Segundo, para ser capaces de tomar decisiones.
Los valores y la felicidad (p. 98-99)
- Los valores son actitudes positivas o cualidades humanas que llevan al bienestar común; son bienes universales.
- La gente con valores son mejores personas, pues se respetan a sí mismos y a su prójimo.
- Los valores nos hacen felices y llevan a un mundo mejor.
- Los valores de una persona están organizados en una jerarquía conocida como escala de valores. Esta es distinta para todo el mundo, depende de los valores que son más importantes para cada uno.
- Los valores se clasifican en cuatro categorías:
- religiosos (fe, esperanza, caridad, humildad)
- morales (sinceridad, justicia, fidelidad, bondad, honradez)
- inframorales (logros materiales, intelectuales o estéticos)
- biológicos (salud, belleza, placer, fuerza física)
- Tus valores determinan tus actos y tu personalidad.
- Los valores dan orientación a la vida y deciden si uno es feliz.
- La mirada de Dios nos lleva a vivir con valores y encontrar la verdadera felicidad, que no es del ámbito material.
- Cuando alcanzamos esta felicidad, ponemos toda nuestra confianza en Jesús (fuente de luz y esperanza) y apreciamos más las cosas cotidianas.
La conciencia (p. 100-101)
- La conciencia es el conocimiento que tenemos de nuestro propio yo, de nuestros actos y del mundo que nos rodea.
- Este conocimiento se va adquiriendo, y mientras lo adquirimos comenzamos a valorarnos y a valorar otras cosas.
- Mediante la conciencia psicológica, el individuo se convierte responsable de su destino.
- Mediante la conciencia moral, el individuo realiza una valoración del bien y el mal.
- La conciencia moral indica qué se debe hacer.
- La conciencia es el elemento más íntimo y profundo del individuo; es el núcleo de la existencia personal porque de ella salen nuestras decisiones.
- La conciencia nos ayuda a buscar la felicidad si tenemos buenos valores.
- Todos los demás aspectos de la vida salen de la conciencia: la razón, los afectos, los deseos y las expectativas.
- La conciencia asigna valor y juzga.
- La conciencia nos ayuda a buscar nuestro 'yo ideal.'
- Para llegar a esto, debemos seleccionar valores humanizadores.
- La libertad es un valor que es inseparable a la dignidad de la persona.
- Este derecho se debe reconocer y proteger civilmente.
- La libertad hace del hombre un sujeto moral, porque cuando actúa bien/mal es su culpa; es porque así quiso actuar.
Revista (p. 102-103)
- Ser feliz no es tener una vida perfecta, sino encontrar fuerza en el perdón y esperanza en las batallas, según el Papa Francisco. Él dice que la alegría se puede alcanzar en el anonimato y que al ser felices reconocemos que vale la pena vivir.
- Víctor Hugo dice que la conciencia es la presencia de Dios en el hombre.
- Fray Luis de Granada dice que la conciencia es tan alegre que hace alegrar todas las molestias de la vida.
- Nuestra vida es un reflejo de nuestras acciones, como un eco.
- Por ejemplo, si quieres ser amado, ama a los demás.
Referencias
Equipo didáctico de Ediciones SM. Emaús 11: religión católica. Puerto Rico: Ediciones SM, 2016. Impreso.
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